Cómo escribir un buen Thriller... II
Hola amigos. Últimamente ando jodido de tiempo y no he podido actualizar el blog cuanto quisiera. Por otro lado, todo cuanto he leído los últimos días (Amèlie Nothomb, Quim Monzó, Arto Paasilina) se me ha antojado buena literatura, incluso un thriller tan denostado como El Péndulo de Foucault (sí, es pesado y pedante pero… qué pedazo de libro y de burla). Así las cosas, no tengo entre manos ningún desastre literario que comentar, y mira que han salido.
De todos modos, y antes de que caigan en mis manos joyas como “Trece Runas” u otras cuantas más que tengo fichadas, pienso que valdría la pena hacer un Máster en Redacción de Thrillers. Entendámonos: lo que habíamos comentado en entradas anteriores eran los fundamentos. En esta segunda entrega vamos para nota.
Has escrito tu thriller, has acojonado al personal y obtenido fama internacional. Se te saluda como el nuevo maestro de la intriga, y en tus portadas, en la parte de abajo, te citan como “el nuevo Dan Brown”, “la nueva Mary Higgins Clark” o algo que se le parezca. Ahora debes dar un paso al frente y asombrar al mundo con trucos innovadores y giros sorprendentes. Por ejemplo:
· El tema clónico: Aunque parezca una paradoja, ser original no sirve para una mierda. La originalidad es un recurso vulgar que sólo utilizan aquellos escritorzuelos carentes de visión comercial y de sentido del espectáculo. La clave de tu éxito está en coger aquel tema que se ha puesto de moda, y darle tu particular visión del asunto. Imagina que ha triunfado una novela sobre el calendario y las pirámides mayas y el fin del mundo por culpa de un asteroide. ¡Qué idea tan genial! ¿Para qué perder tiempo pensando algo diferente? Coge el calendario, coge las pirámides, y sin perder tiempo en buscar una base (a lo sumo, haz un par de búsquedas en la Wikipedia) sustituye un efecto dramático por otro. Por ejemplo, que el fin del mundo lo provocarán unos alienígenas que primero le enseñaron a los indígenas el arte de la construcción y luego decidieron fulminarnos. O que el calendario maya predecía la Segunda Venida de Cristo, que por supuesto la Iglesia ha encubierto. O que el mismo Jesucristo construyó las pirámides mayas porque era un alienígena. ¡Hay tanta acción aún por narrar!
· El prefacio misterioso: Es fundamental preparar al lector para lo que va a encontrarse entre las páginas de tu libro. No sea que le de una embolia. Por ello se recomienda siempre escribir un “prefacio” donde se especifique que aunque la historia en sí es pura ficción (hay gente que se creería de verdad que el Cristo Maya era un alienígena) ciertos elementos, que especificarás en función de tu libro, son reales. Eso dejará al lector con una inquietud en el cuerpo que sólo la lectura de la novela podrá saciar. Y no pasa nada si esos elementos tampoco son verdad: sólo lo comprobarán los cínicos, y como todo el mundo sabe, los cínicos son pobres y no tienen amigos.
· La trilogía: Si tu novela ha tenido un éxito arrollador, ¿por qué conformarse con hacer un solo libro? ¡Escribe una trilogía! Ni dos ni cuatro: tres es el número mágico-cabalístico de la gloria literaria. Da igual que el tema no de más de sí o que no tengas nada interesante que contar: la oportunidad de ver a tu héroe deslizarse por mil páginas de persecuciones, escarceos con la protagonista tetuda y capítulos cortados de forma dramática no la puedes dejar escapar por nada del mundo. Cuando te hagan una entrevista, di siempre que desde el principio habías planteado tu obra como una trilogía. Aunque no sea estrictamente cierto, sabías ya antes de nacer que tu talento no podía encorsetarse en una única entrega.
· El amigo informático: Renovarse o morir. El thriller del siglo XXI debe pasar, en algún momento, por la red. Pero debe estar escrito para legos, no sea que alguien te meta, equívocamente, en el desagradable grupo de la ciencia-ficción. Lo suyo es presentar a un secundario humorístico, loco de los ordenadores, que lleva gafas, le gusta Xena la princesa guerrera y no tiene novia. Explicarás que es un hacker bueno, de los que van reventando sistemas con la sana intención de advertir a la NASA de sus fallos de seguridad. El protagonista hará búsquedas por el Google, y encontrará las respuestas en la primera página de enlaces. El hecho de que La Secta enemiga no haya encontrado en Internet esa información crucial se debe a que ellos no tienen un amigo informático, ya que como todos sabemos, los hackers son ateos. Y además, suelen morir durante el desarrollo de la novela.
· Las lenguas extrañas: Al lector le encanta pensar que está aprendiendo cosas mientras lee tu libro. Por eso es recomendable utilizar la mayor cantidad posible de términos incomprensibles en la lengua muerta o viva que mejor convenga, siempre en cursiva, y seguida de su traducción entre paréntesis. Las más idóneas para esto son el árabe, el chino, el hebreo y el maya. Recuerda que los mayas no hacían sacrificios humanos cuando el calendario lo indicaba, sino que después del Holcan Okot (baile ritual) invocaban a Kakupakat (Dios de la Guerra) y sacrificaban a alguien cuando lo indicaba el tzolkin (calendario). Que no te preocupe el hecho de que ese trozo de novela parezca más un pedante ensayo que un fragmento narrativo: has puesto Cliffhangers de sobra en todo tu escrito como para que eso no aburra al lector. Y de paso has quedado de puta madre.
· El bueno-malo y el malo-bueno: Esta parte estará integrada en el clímax de la novela y garantizará el aplauso emocionado del lector. Consiste en un juego sutil según el cual, el personaje que parecía malo durante toda la novela, tocándole los cojones al prota, interrogándolo o echándole a los perros encima, resulta ser bueno y desinteresado. Acostumbrará a ser un policía, y es recomendable que salve al protagonista en el último segundo disparando al malo por la espalda. También puede ser miembro de esa segunda secta que aparecía aquí y allá de forma desconcertante. Y como no hay verano sin calor, ni hortera sin transistor, de la misma forma en que el “malo” se convierte en “bueno”, es vital que un “bueno” se convierta en “malo”. Como eres genial, no has dado, en todo el libro, ni una sola pista sobre la malevolencia del villano, así pillas al lector desprevenido. Suele ser un personaje secundario cercano al protagonista, un protector, un familiar, un amigo de toda la vida… Y las motivaciones… ¿a quién le importan? Usa lo primero que se te pase por la cabeza, desde una afrenta de los años escolares a la mera locura por el poder. Lo importante es el shock traumático del lector al ver al héroe traicionado por un ser querido.
Porque, en el fondo, todos desconfiamos de nuestros seres queridos. Escribir tu thriller no sólo aporta entretenimiento: previene al lector del peligro que representan la familia y los amigos. ¿Cuántos de esos cabrones sonrientes están esperando a pegarte la puñalada con algún oscuro y milenario propósito?
Escribir un thriller no es sólo espectáculo.
Es una labor social.
A cuidarse, amigos.
10 comentarios
Dar -
Y sí. A la gente no le sorprende nada. Tal vez sea porque la realidad supera a la ficción (frase hecha y repetida, debe ser evitada si se quiere ser original), o porque ya vio casi todo lo que se podía ver, o porque de diez ideas nuevas (o rebuscadas), solo dos o tres suelen destacar. Las otras siete u ocho son copias malogradas de otras que tampoco fueron muy buenas (como es el caso de Python, Titanoboa que surgieron porque se hizo Anaconda, o Sharknado y Sharktopus que no existirían de no ser por Tiburón).
Pero, ¿qué es la literatura? ¿Un trabajo de tiempo completo? Puede convertirse en tal con el tiempo, pero escribir ficción no tiene por qué ser una mera actividad comercial, como trabajar 4 o 6 horas dentro de una cocina de McDonalds. Hay escritores que escriben porque es lo que los aisla de todos los conflictos o sabores amargos de la Realidad exterior, lo que les anula temporalmente los malos pensamientos mientras se concentran en dicha actividad. Pero también los hay "escritores" que lo hacen para poder ver billetes, llevar la gran vida de Dan Brown, James Patterson, Stephen King. Y ni hablar de J.K.Rowling, Stephenie Meyer, Susan Collins, y la peor de todas: E. L. James.
Obviamente, uno quiere ponerse sus zapatos y tener en el bolsillo su gorda billetera, ¿quién no? Pero es algo que, si viene, viene solo. Debería venir solo. El que lo hace buscando tal objetivo, puede levarse una desilusión. Ó, si tiene el éxito esperado ¿qué será lo que su obra pueda ofrecer? Sencillamente, más de lo mismo. El mundo debe progresar, experimentar. No se puede comer todos los días el mismo menú. Y la mente humana, la única capaz de desarrollar miles de ideas, debe tomarse el tiempo necesario para ser explotada una y otra vez. Solo la mente, porque las ideas ya explotaron hace tiempo.
El que quiera dinero, tal vez lo obtenga, pero le faltará lo que los verdaderos escritores tienen desde el nacimiento: creatividad. La base de todo lo que conocemos y todo lo que es verdaderamente bueno y destacable es eso.
Copiar y modificar lo que hicieron otros solo funciona para lucrar con las ideas ya preconcebidas. Y explotadas.
Eoghan -
A ver, que se me ha quedado mal cuerpo. Lo primero de todo es recordar, como ya dije en el primer articulo del blog, que esto es fundamentalmente cachondeo. Naaada de amargura. Si percibes algo de mala leche, desde luego es de la mas sana, o al menos esa es la intencion. Que me he quedao asi parado con eso de que te he matado las ganas...
Mi bagaje en esto es casi nulo. Soy medievalista de formacion, librero de profesion y lector hambriento. Como escritor tengo algo hecho e intentando llamar a las puertas de alguna editorial, pero nada publicado... asi que como bagaje profesional me sacas veinte cuerpos jaja
Puedo preguntarte en que trabajas?? Me has dejado intrigadisimo.
Por lo demás, soy el primer pecador. Sí, intento ser original, sí, intento trabajar el lenguaje... pero uso trucos guarros al escribir, igual que tanta gente. Algunos, los mismos de los que aqui me rio. Supongo que el motivo es que me falta el dominio de la lengua castellana que tienen otros (publicados o no) para poder emocionar a puro lenguaje, sin trampa ni carton.
Bueno oye, vaya rollo te he soltao. Nada, que bienvenida y espero verte mas por aqui. Un saludo!!
Dana Scully. -
Sin embargo te doy la razón en una cosa: ¿Porqué cojones no nos dejan trabajar en proyectos con ideas inovadoras que sabemos con certeza, van a funcionar mucho mejor que las preconcebidas? Porque es mejor tener a la audiencia "muerta" en lo que arte, originalidad y creatividad se refiere.
Un saludo!!
Eoghan -
Lo que es novela romántica, solo he leido la saga de Diana Gabaldón (Forastera, Viajera, etc) que francamente, me gustaron muchísimo. Pero hace poco en el curro mirábamos con unos compañeros títulos delirantes de novela romantica y hay algunos pa cagarse. Boton de muestra:
- El vizconde que me amó.
- Seduciendo a Mr Bridgeton.
- El vikingo viril (GENIAL)
- El highlander apasionado (MEJOR)
- El Highlander desatado (INMEJORABLE!!!!)
Ardo en deseos de meter la nariz en la novela romántica "dura". Lo mismo este agosto, que tengo mas tiempo, preparo alguna cosilla.
Un saludo y bienvenido!
soyelquesoy -
Eoghan -
En cuanto al Péndulo, a ver, tampoco es que sea una novela que me haya hecho gritar de emoción eh? Supongo que como comentaba Pablo en Echandole cuento, que te guste algo o no depende mucho de las expectativas que tengas sobre ello.
Y a mi, al Péndulo me lo habían puesto de vuelta y media, todo tipo de lectores. Varias veces lo había tenido en la mano y al final había desistido de comprarlo, y el otro día ya no pude más.
Y sí, me gustó. Por supuesto, es densísima, yo he pasado de coger el diccionario a cada palabra que no comprendía porque quería terminar la novela este siglo. Creo que, después de minero, ser traductor de Umberto Eco debe ser uno de los trabajos más duro y mellantes del mundo.
Pero me gustó. La trama no solo es originalísima sino que desborda un sentido del humor muy ácido. Hay un capítulo, el de los Autores Auto Editados, que me parece para enmarcar. Y los personajes son geniales.
Pero para mí, la mejor de Eco sigue siendo Baudolino.
Supongo que aunque el Péndulo sea como comerse una galleta de plomo de lo pesada que es, no puedo evitar sentir muchísima admiración por este tío, porque no suelta chorradas históricas tal cual le vienen, sino que sabe de lo que está hablando. Y eso, como medievalista de formación que soy, pues me da un gustirrinín de la ostia.
Ale, a cuidarse!
roipi -
Por cierto, tu amado libro del Péndulo fue para mí, lamentablemente, una cura de humildad. Un día intenté leerlo, no pude. Animada y convencida de poder hacerlo, lo intenté de nuevo, infumable.
Siempre me quedará París.
Dostospos's -
Leyendo este post, me he acordado del que escribiste en La Molineta, que tenía que ver con las editoriales, también era muy sarcástico. Un día de estos me pasaré por allí para releérmelo.
Un saludo
Pablo -
Un abrazo.
Pablo.
ZeTTo -