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Literatura Torcida

El arte de joder una sobrecubierta (parte 1)

 

Hola amigos! Lo malo de estar en periodo pre-campaña de Navidad es que no puedes leerte más que el 1% de todo lo que llega a tu librería. Lo bueno, es que para compensarlo te meriendas casi toda la información de las sobrecubiertas: sinopsis, biografías de los autores, etc. ¡Y ahí hay un filón! El lector habitual, aquel que en vez de preguntar “qué me recomiendas” (suponiendo que ese desconocido librero tiene el don de la adivinación) se molesta en gastar ATP cogiendo el libro con sus propias manos y leyéndose la sinopsis a ver si la novela le interesa… ese lector, digo, se debe enfrentar a veces a contenidos tan desconcertantes como hilarantes. Aquí no vamos a desgranar punto por punto sinopsis sobrecogedoras como la de El Aviso, pero sí que vamos a hacer un escueto repaso a las gambadas que uno puede encontrarse al leer la abundante (y generalmente inútil) información que los redactores de las editoriales tienen a bien imprimir en las sobrecubiertas. Porque así como dicen que hasta el rabo, todo es toro… también hasta las solapas, todo es literatura. Jodida, como no podía ser de otra forma.

Para no hacerlo extra-largo y pesado de leer, lo partiremos en dos bloques: hoy, Traducciones y Biografías de autores.

 

LAS TRADUCCIONES:

Y es que este apartado me fascina. Generalmente, contra más cutre es la novela, a más idiomas la han traducido. Pero es que no estamos hablando de siete u ocho idiomas, ni quince ni veinte. “Traducido a treinta y ocho idiomas” (Steve Berry, El Tercer Secreto). Pero a ver: ¿existen tantos idiomas? Bueno, ya sé que existen, pero ¿existen tantos idiomas en países donde el grueso de la población sepa/pueda leer? ¿Qué interés tiene para un editor publicar El Tercer Secreto en swajili o amárico? O mejor aún: ¿¿qué interés puede tener la gente de Etiopía en tener que aguantar a Steve Berry?? El caso de este hombre aún tiene más gracia en la edición de bolsillo de otra de sus novelas: La habitación de Ámbar, de la cual dicen “se ha traducido a cuatro decenas de idiomas”. Me gusta eso de tratar los idiomas como si fueran huevos en el supermercado. Ya me imagino el estilo de compra compulsiva en librerías que nos depara el futuro: “Hola, ponme media docena de traducciones de Steve Berry y cien gramos de Dan Brown. Y córtamelo finito, en capítulos bien cortos, por favor”

  Luego tienes aquellas cosas incomprensibles, como que traduzcan Harry Potter al latín. Y encima van, y desde el Vaticano la declaran obra inspirada por el Diablo. Les está bien a los de Salamandra. Por listos.

 

 

LAS BIOGRAFÍAS ACOJONANTES:

Otro aspecto interesante de las sobrecubiertas son las magníficas biografías resumidas que los editores consideran esenciales para nuestro conocimiento.

Por ejemplo, está demostradísimo que a la hora de escoger un libro, un factor esencial para el lector es conocer la residencia actual del autor. Saber que Richard Cox vive en Tulsa, Oklahoma, no es cosa baladí. ¿Para qué irse de luna de miel a Egipto o Tailandia y perder el tiempo descubriendo culturas milenarias cuando podrías estar en Tulsa, Oklahoma, pidiéndole a Richard Cox que te firme un ejemplar de bolsillo de “La partícula divina”?

 

En otras ocasiones, parece que algún pobre redactor reciba el encargo (en una noche de borrachera) de resumir una biografía en tres líneas de hoy para mañana. Sólo así se explican textos como el que sigue:

 

"Es amante de la historia antigua, la mitología, la escritura jeroglífica y la fotografía, así como de la literatura y poesía inglesa de los siglos XVII y XVIII, inicia distintos viajes para documentarse para escribir El Proyecto Galilea" (Mayte Para Torres - El proyecto galilea,

Viamagna).

Dejando de lado la belleza de la expresión “es amante” (sinónimo de “no tiene ningún tipo de formación al respecto pero le gusta”), nunca he visto biografía más dispersa. Es como si yo te digo que soy amante del tocino, del sushi, del fútbol, que me gustan las pelis de Johnny Deep y que los domingos por la tarde me rasco la nariz. Todo ello información inconexa y sin utilidad alguna. Salvo descubriros a todos que soy un capullo. Por otro lado, me gustó eso de que ha viajado mucho para documentarse para la novela. Como si el mismo redactor fuera consciente de su nula credibilidad e intentara romper una lanza a favor del autor.

 

            Luego tienes aquellas biografías que no sabes cómo tomarte:

 

"Ha ejercido como profesor, ejecutivo de una empresa multinacional, esquiador profesional, promotor inmobiliario, criador de caballos, y, ante todo, aventurero. Hastiado de una vida demasiado convencional, finalmente se decidió a dedicarse a su verdadera vocación: escribir novelas" (Dan Chartier - La Maldición, Star).

 

¿Pretendía el redactor ser irónico? ¿Creativo? ¿Es tan aburrido el libro que la mejor parte es la biografía del autor? ¿O sencillamente el tipo que escribió eso ni siquiera estaba prestando atención? Mierda, YO si que tengo una vida convencional. Por otro lado ¿qué coño le pasa a Dan Chartier? De profesor de secundaria a yuppy de una multinacional, luego lo dejo para dedicarme a esquiar, más tarde jodo vidas vendiendo antros a precio de palacios, de ahí me dedico a criar caballos porque me siento un John Wayne de la vida, y al final me lanzo a vivir aventuras porque mi ídolo mediático es Miguel de la Cuadra Salcedo. Con dos cojones.

Aunque ahora que lo pienso, no es nada malo ser fan de De la Cuadra Salcedo. Quedaría de vicio en una portada de novela de La Cueva de Ellora:

 

También están aquellas biografías que parecen ir bien hasta que te la joroban con un último apunte totalmente fuera de lugar.

 

"Nació en Oregón y creció con sus siete hermanos en California, donde pasó horas y horas leyendo las novelas de autores como Forsyth y Ludlum. Estudió medicina y se especializó en pediatría. Actualmente es el pediatra general del Los Angeles Children’s Hospital. En su obra despliega sus conocimientos profesionales, así como su experiencia médica en la selva de America Central. Una de sus aficiones es la música y toca varios instrumentos." (Philip Hawley – Estigma, Plaza Janés).

 

Dejando de lado que me importe un carajo si tenía siete hermanos o treinta y dos (parece del Opus) ese apabullante currículum médico queda desgraciado en un segundo con el comentario musical. Hasta entonces te lo imaginabas salvando heroicamente vidas de niños. Después, te lo imaginas tocando la trompeta en un paso de Semana Santa de tu pueblo, vestido de romano, con una escoba en la cabeza y una armadura de plástico. Así no hay quien le tome en serio a uno.

 

Otros redactores gustan de escribir esas biografías en momentos de gran estupefacción por THC o en pleno viaje de ácido. Atentos a estos dos fragmentos de la biografía de Jack McDevitt (autor de Las Máquinas de Dios) que encontramos en la última página de la edición de Puzzle Bolsillo:

 

[…] McDevitt es un autor a la antigua usanza, de esos que ha vivido primero y, ya en su madurez, ha plasmado sus experiencias por escrito […]”.

Considerando que la novela de McDevitt va de unos exploradores espaciales que buscan una raza alienígena desaparecida por toda la galaxia, se me plantea un terrible interrogante: ¿¿pero qué vivencias ha tenido este hombre?? Vamos, que no es precisamente un Kerouac contando lo bien que se lo pasaba todo el día montado en un camión rumbo a México.

Luego tienes la segunda parte de la biografía:

[…]Tres son los pilares básicos de su obra: la sensibilidad con que aborda personajes y argumentos, la perspectiva – esa perenne búsqueda de una respuesta al enigma - , y el enigma en sí que, por lo general, responde a la voluntad de ofrecernos una visión – nueva y cautivadora – de los temas que han hecho grande la cf”.

¿Qué ha querido decir con eso?

No, en serio.

¿Qué cojones ha querido decir con eso?

 

Para terminar, tenemos aquellas biografías que son sencillamente un disparate. Sólo las pueden haber escrito tres tipos de personas:

1)       El hijo del editor, de trece años.

2)       Un redactor al que ya le han dado la carta de despido.

3)       Un cachondo.

 

Si no os lo creéis, juzgad:

 

 

"Se licenció en administración de empresas en la Universidad de Texas. Sus libros se aferran a ideas verdaderamente grandiosas. Actualmente reside en Tulsa, Oklahoma." (Richard Cox - La Partícula Divina, Vía Magna).

 

¿Esto a qué viene? Estoy por ponerlo en mi currículum:

·         Residencia: Barcelona

·         Experiencia laboral: Librero

·         Aficiones: Aferrarme a ideas verdaderamente grandiosas.

 

¡Magnífico! ¿Ves como era importante saber que Richard Cox vive en Tulsa, Oklahoma? ¿Realmente quieres perderte la oportunidad de que te firme un libro alguien que se aferra a ideas verdaderamente grandiosas?

 

En fin, hasta aquí llegamos hoy. En la siguiente entrega, más destellos de genialidad en las sobrecubiertas: Los Ejemplares Vendidos, La Opinión de la Crítica, las Sinopsis Aterradoras.

 

12 comentarios

María -

Tomo nota, mientras espero con ansia una nueva entrada de tu blog, me pasaré por ese. Lo he estado mirando un poco por encima y no pinta nada mal..!!

PD: Me encantó tu relato...¿Barro se llamaba? Muy bueno, espero poder leer más en próximas entradas!! Un abrazo

Eoghan -

Pues Maria, me alegro un huevo. Cuando acabes con éste, pásate por el de Vicisitud y Sordidez que tengo en los enlaces. Es el que uso yo cuando no hay forma de pegar ojo, y tendrás para MUCHAS noches.
Risas garantizadas!!
Y nada, lo dicho, un placer que asomes por aqui, un abrazo!

María -

Como ya habrás descubierto, me paso las noches de insomni leyendo tu blog. No suelo comentar, lo dices tu todo, pero hasta el vecino del 10º me habrá escuchado reir sobre todo por la última biografía de Richard Cox...sin palabras, solo puedo decir que me he enganchado a este blog, asique ya me irás viendo por aquí!! Un saludo

Eoghan -

Ay Mari, es que Via Magna ofrece humor sin límites. Incluso el Testamento Maya, que es su best-seller puntero, tiene unos personajes pa mear y no echar gota. El prota está encerrado en un psiquiátrico, es guapísimo, inteligentísimo, y muy cachas. Y la psiquiatra tiene unos pechos de infarto y un potencial sexual inigualable! Con dos personajes así, a quién coño le importa si los alienígenas van a destruir el planeta?? Tú lo que quieres es ver si se acuestan de una vez.

Mari -

Buenisimo como todos los que he leido, no puedo resaltar nada en especial porque todo me ha parecido, ademas de acertado, desternillante. Eso si fijarme que como una gran amiga mia tienes un cariño especial hacia las traducciones de Via Magna :P

Eoghan -

Jajaja cómo lo sabes!!

El llegidor pecador -

¡Fabuloso!
Me encantaría trabajar en 'Vía Magna' -y a tí seguro que también-. Menuda juerga.

Pablo -

jejejeje... Tío, llega el día, poco probable por otra parte, en que publicara un libro, prometo regalártelo pero arrancándole antes la portada y la contraportada ¡¡No te dejaré leerlas!!

Muy divertido, como siempre.
Un abrazo.
Pablo.

Eoghan -

Historiaylibros (o Pilar, como prefieras!) un placer tenerte por aquí. Le acabo de echar un ojo a tu blog, enorme trabajo!!

Zetto, mola eh? Aquí tenemos toda una clase de cómo hacer un currículum.
Dostospos, qué bueno verte! Espero que vaya todo bien, me extrañaba ver tu blog tan callado. Un abrazo bien fuerte.

Dostospos's -

Yo creo que todo forma parte de la promoción. Hay algunas personas, entre las que no me incluyo, que se deja deslumbrar más por lo que pone la contraportada del libro que por su contenido.

Eoghan, un abrazo

historiaylibros -

Me ha encantado tu blog!!!

Me he reído un montón, qué verdades más grandes y qué bien las has planteado.

Mi enhorabuena. Volveré por aquí, no lo dudes.

ZeTTo -

La verdad es que siempre he sido de la opinion de que la biografia del autor en una obra no es gran idea...

y lo de las ideas verdaderamente grandiosas... creo que quedaría bien entre "panadero" y "repartidor a domicilio" jajajaj