Crónica del Sant Jordi 2009: LA PREVIA
21 de Abril, anno Domini 2009, en una extraña población en la provincia de Barcelona. Quedan dos días para Sant Jordi y a mí ya se me han caído los cojones al suelo. En un alarde de osadía, montaremos parada en la calle dos días. Por una pelea con el Gremio (cuya cúpula me parece, por decirlo de alguna forma, una banda de taraos, y ya me disculparan los agremiados o “filo-gremistas” que visiten este blog) hemos sido desterrados a una plaza secundaria, al lado de la principal de la ciudad, donde se organizará el mayor barullo de la feria del libro.
No me parece mal ese destierro. La placeta es soleada, tiene un bonito bar enfrente donde podremos huir para tomar cervezas y, con suerte, coger un pedal de los que hacen época mientras avanzamos entre la selva humana desbrozando clientes con nuestra simpatía cara al público. Además el ayuntamiento nos ha dado una toma exterior de corriente. Que puede parecer una tontería, pero es que me toca muchísimo los huevos vender libros bajo el ruido de un generador, que más que la feria del libro parece el gran premio de Montmeló. Y ese olor a gasolina. Nefasto.
Dicen que el ayuntamiento ha pintado con tiza en el suelo la ubicación donde pondremos las mesas. No deja de parecerme cómico. Como cuando los CSI siluetean un cadáver en la escena de un crimen. Me pregunto si mi vida corre peligro.
Lo gracioso del asunto es que el jueves es día de mercadillo. Mercadillo parte del cual ubican en la misma plaza donde estaremos nosotros. Entonces miro la lista de libros que tendré en la parada y tomo consciencia de que el jueves, las bragas, los calcetines, los tomates y las cacerolas que se vendan, posiblemente tendrán mucho más valor que el 50% de las novelas que tendré yo para ofrecer. Lo cual te hace replantearte las cosas.
Aún no he hablado con un solo librero que no esté algo desconcertado este año. Aunque hagamos apuestas y nos las demos de espabilaos y apostemos por tres o cuatro títulos, en realidad no tenemos ni puta idea de cual será el “hit” de este Sant Jordi. Hemos cargado con lo más seguro, que son los del Stieg Larsson. Y con el nuevo de Stephanie Meyer (hablando de sinopsis esquizofrénicas, ¿qué me decís de la trama de The Host? Una extraterrestre invade el cuerpo de una chica… enamorándose en el proceso del mismo chico que le gusta a su huésped!! Es sublime!! El pobre tipo, hará un menaje-a-trois cada polvo que pegue sin llegar a saberlo nunca. Qué cruel destino). Y como estamos aquí en Cataluña, hemos cargado también con los principales premios catalanes. Pero realmente, no sabemos por dónde irán los tiros.
Aunque bueno, los tiros irán por donde casi siempre: el best-seller de este 23 de Abril será el libro del que tengas menos ejemplares. Y el gran perdedor será aquel del que tengas cincuenta ejemplares comiendo polvo en el almacén. Es una ley inevitable que hace de las devoluciones a la editorial el día 24 una aventura divertidísima de odio, angustia y perdición.
Personalmente, soy de los que prefieren estar en la librería a estar en la parada. En la calle hay barullo, pero el fondo está en la librería. Ahí es donde puedes colocar tus mejores libros, ese fondo del que estás tan orgulloso. Ahí es donde puedes poner en práctica el verdadero TERRORISMO LITERARIO, porque en Sant Jordi todo vale. Ha habido incluso un listillo que ha editado un libro en blanco, pa que lo escriban otros. No es broma. Y en la fajita publicitaria pone “koewkljw djqwkld jasxpasda mefmefjpojas”. Con dos cojones. Yo no entiendo lo que le pasa a la gente por la cabeza. ¿Os imagináis que el libro más vendido de Sant Jordi fuera un libro en blanco? Sería un homenaje a la literatura nacional. Por si acaso, he colocado dos pilas en la mesa de la entrada de mi librería.
Así que, en fin, mañana empieza todo. Y yo, antes de abrir la tienda, contemplo mis mesas de novedades. Que podemos dividir en cuatro grupos:
1) Novelas policíacas suecas explotando el filón Larsson. Parece que esta gente del norte está todo el día traficando con drogas y matando mujeres.
2) Novelas con título/argumento animalístico. Un par de lobos, otro par sobre perros, y muchas sobre peces (peces fluorescentes, peces cuya trayectoria es modificada por el frío... santo Cristo…). Incluso una sobre caracoles. Sin duda ver “pelo-pico-pata” ha afectado al mundo de las letras.
3) Libros de gente que lo pasa muy mal. O que muere, preferentemente niños. Preferentemente de cáncer. Por aquello de ponernos de buen humor, digo yo…
4) Todas las demás.
Así que repaso estas mesas y vuelvo a pensar en el jueves, y vuelvo a pensar en las bragas, y en los pimientos, y en los tupper-wares. Y sí, le doy gracias a Dios y al Gremio por habernos expulsado hasta esa soleada placeta cerca del bar. Porque hará falta cerveza.
En fin, seguiremos mañana por la noche.
A cuidarse amigos!
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Elisabet -